BIBLIOTECA CENTRAL

PROVINCIA DE NAVARRA, CANTABRIA Y ARAGÓN

(PAMPLONA)

1. Introducción

La Provincia Capuchina de Navarra-Cantabria-Aragón siempre ha tenido un especial interés por su patrimonio cultural, considerado como el conjunto de bienes que poseen un valor especial para comprender la vida capuchina y ambiente social en el que los capuchinos vivieron y viven.

El 9 de noviembre de 1999, por Resolución 520/1999, el Director General de Cultura del Gobierno Foral de Navarra estableció "declarar de interés social el programa de actividades (Biblioteca Central de Capuchinos y el proyecto de su ampliación con el Archivo Histórico Provincial y el Archivo-Museo Musical), promovido por la Provincia de Navarra-Cantabria-Aragón de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos". Las bibliotecas conventuales y la Biblioteca Provincial Central "constituyen una manifestación importante de nuestro patrimonio cultural"[1].

La voluntad de esta Provincia es que "nuestros bienes culturales presten un servicio social en el entorno en que se desarrolla nuestra vida"[2]. Por ello se ha decidido que esos bienes "deben ponerse al servicio de los religiosos y de la sociedad"[3].

 

2. Biblioteca central y bibliotecas conventuales

La Biblioteca Central de la Provincia está ubicada en Pamplona (Padre Adoáin, 1) y tiene como finalidad:

·conservar sus notables fondos propios,

·reunir los fondos no utilizados en otros conventos y otras bibliotecas,

·salvaguardar los fondos más antiguos,

·cultivar la sección de franciscanismo,

·enriquecer sus fondos y su ordenación para que pueda entrar en la red informatizada de las grandes bibliotecas internacionales.

La Biblioteca Central de la Provincia ha ido acogiendo importantes fondos llegados de otros conventos (Estella, Fuenterrabía, Alsasua, Logroño, Zaragoza), colegios (Lecároz) y seminarios para ello realizó obras de transformación y ampliación del edificio de la Biblioteca Central albergando actualmente aproximadamente 200.000 volúmenes.

 

3. Gestión automatizada de la biblioteca

Asumiendo la función social de nuestra Biblioteca Central y viendo la necesidad de una ordenación y catalogación informatizada, desde 1997 y con la ayuda de las subvenciones del Gobierno Foral de Navarra se colabora con el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español [www.mcu.es/ccpb]. Con este proyecto se catalogan las monografías publicadas con anterioridad a 1910 que integran el fondo antiguo e histórico.

Como el Gobierno Foral sólo se interesa por el fondo antiguo e histórico y la Provincia está empeñada en llevar a cabo la informatización total de dicha Biblioteca, ha considerado asignar un presupuesto propio para la informatización del fondo moderno, para dicha tarea y para cumplir su finalidad social no posee en la actualidad ayudas económicas de otras entidades.

La Provincia contrató a la empresa Organtola, Servicios de Documentación [www.organtola.com] para llevar a cabo el gran objetivo de la catalogación e informatización del total de los fondos de la biblioteca para poderlos poner a disposición de los usuarios en un breve espacio de tiempo.

La herramienta informática seleccionada para la informatización es el sistema integrado de gestión bibliotecaria ABSYS de la empresa Baratz, que comprende varios módulos que permiten controlar: la adquisición, la recepción de publicaciones periódicas, el préstamo y la catalogación (descripción bibliográfica y autoridades).

Es una solución consolidada y eficaz implantada en numerosas bibliotecas de toda España (Red de bibliotecas públicas del Estado, Sistema nacional de bibliotecas de Euskadi, Instituto Cervantes, Red de bibliotecas públicas de Navarra, bibliotecas universitarias, parlamentos, hospitales, ...) y que se caracteriza por su exhaustividad, escalabilidad y sus posibilidades de adaptación.

Para la catalogación propiamente dicha, es decir, la realización de la descripción bibliográfica se utiliza el formato IBERMARC (traducción de la norma internacional) para registros bibliográficos del Ministerio de Cultura y las Reglas de Catalogación del Ministerio de Educación y Cultura de 1995, basadas en las normas ISBD.

Desde 1997 y hasta el 3 de septiembre de 2004 se han automatizado un total de 70.000 volúmenes.

4. Proyectos futuros

La meta propuesta para este año es la apertura al público de la Biblioteca. La consulta en sala permitirá el acceso del usuario a la colección de la Biblioteca, cumpliéndose uno de los principales objetivos de cualquier biblioteca: que el documento llegue al usuario y que sea utilizado por quien lo necesita.

También se ha sugerido la importancia de la redacción de normativas, esto es Reglamento de la biblioteca y Normas de uso, para evitar situaciones desagradables con el usuario. Asimismo, el establecimiento de unas normas de préstamo para los residentes es muy necesario puesto que en este momento no existe ningún control y hemos comprobado que hay muchísimos espacios libres en las estanterías de libros que se han llevado y no se han anotado, y por ello están “perdidos”. Esta cuestión es muy importante para dar un buen servicio al usuario interno y externo.



[1] Vid.: El Patrimonio cultural de la Provincia : principios y disposiciones, Burlada: Curia Provincial, 1993, p. 12

[2] Ibidem, p. 6

[3] Ibidem, p. 6